Se trata de una prueba clave en el juicio contra 13 uniformados por el crimen del adolescente ocurrido en agosto de 2020.

Cuando circulaban por avenida Vélez Sarsfield y Romagosa, del barrio Colinas, se cruzaron con un control policial de prevención donde los efectivos hicieron señas al conductor para que descendiera la velocidad, aunque al acercarse al puesto de seguridad aceleró la marcha.
En su testimonio, Echeverría dijo que se asustó porque cuando estaba por detenerse observó que uno de los policías empuñaba un arma.
Mientras los efectivos notificaban a los comandos y móviles sobre la evasión, el cabo 1° Lucas Damián Gómez (37) efectuó cuatro disparos con su arma reglamentaria contra el auto que se movilizaban los jóvenes «con intención de matarlos», según la pieza procesal de elevación a juicio.
Por su parte, el cabo 1° Javier Catriel Alarcón (33), que también se encontraba en el puesto de control, «en acuerdo tácito (con Gómez) y aportando al plan común de dar muerte a los ocupantes del vehículo», efectuó dos disparos sobre el vehículo en marcha «a sabiendas que no había justificación legal para ello».
La acusación sostuvo que «Gómez y Alarcón desplegaron esas conductas abusando de su función, en contra de la normativa que regula el debido uso de las armas reglamentarias por parte de las fuerzas de seguridad».