Al reclamo de un aumento salarial y mejores condiciones en la Bonaerense, se sumó el interés de intendentes peronistas y el malestar en la Rosada contra el ministro de Seguridad provincial.
El anuncio del aumento salarial para la Policía Bonaerense no calmó los ánimos y varias protestas se volvieron a registrar este martes por la tarde en distintos distritos de la provincia de Buenos Aires como la Matanza, San Martín, Merlo, José C. Paz y Florencio Varela, entre otros –territorios alineados con Cristina Fernández de Kirchner–.
En todos los casos decenas de patrulleros se concentraron frente a las sedes municipales haciendo sonar las sirenas, demandando más allá del aumento de sueldo, mejoras en las condiciones de trabajo.
Además, los uniformados pidieron una audiencia con el ministro de Seguridad de la provincia, Sergio Berni.
“Pedimos una solución a los políticos y no viene nadie. De quién es el problema. Que vengan a poner la cara. Que le demos una solución a la sociedad. Está toda la Policía de Buenos Aires y nuestra familia sin protección. Están largando a los ladrones mientras nosotros estamos acá”, dijo anoche el capitán Díaz.
En tanto, se suma la puja interna entre los intendentes peronistas del conurbano que en su mayoría detestan al ministro. También cierta desconfianza al gobernador Axel Kicillof.
En medio del conflicto, surgió el nombre de Alejandro Granados, intendente de Ezeiza, quiere marcar la cancha a los sus pares del kirchnerismo.
Ayer en Casa Rosada había fuerte malestar con Berni porque no supo adelantarse a los reclamos.
Por la noche, uno de los policías dijo: «Nuestra obra social es el IOMA. Pagamos una abultada suma de dinero y no tenemos ni siquiera la cobertura de un ibuprofeno para nuestros hijos».
«Las horas CORES, Compensación de Recargo de Servicio, que son las que el personal está obligado a quedarse de más, valen 40 pesos. Eso es inadmisible», añadió.
Otro uniformado, el oficial Rocha, que se manifestó en Lanús, había afirmado más temprano: «Es una vergüenza el sueldo que tenemos nosotros. Si bien es una vocación, detrás hay una familia y, con ese salario, no se puede vivir. Estamos por debajo del límite de pobreza».
Más allá del aumento del salario, las exigencias tienen que ver con condiciones dignas de trabajo y el abastecimiento de elementos básicos para llevar a cabo los operativos como conos y móviles en condiciones.
«Tenemos que salir a proteger a los ciudadanos con móviles que se caen a pedazos», apuntó uno de los presentes.
«Recibimos 1.130 pesos por uniforme y ahora con la inflación están arriba de los 3.000 pesos y nosotros los tenemos que poner de nuestro bolsillo», agregó.
«Vamos a estar acá hasta que nos escuche alguien y nos puedan responder de manera presencial y con rigor», planteó.
Los uniformados reclaman un aumento de 56% para todo el escalafón, jornada limitada de 36 horas semanales y la posibilidad de retirarse con 25 años de servicio, además de una mesa de diálogo.
«Reclaman un básico de 60 mil pesos y no de 32 mil para no verse obligados a hacer horas cores que las pagan 40 pesos y luego se ven afectados por los descuentos de Ganancias», explicó el Carlos Dieguez, abogado que representa a unos 300 efectivos.
El letrado aseguró que pese a la movilización se están respetando las guardias mínimas.
Este lunes a la noche, un sector de la Bonaerense, respaldados por algunos móviles policiales, protestó frente a la sede de la Casa de Gobierno de la provincia, en La Plata.
La convocatoria surgió durante el fin de semana a través de redes sociales y contó con la participación de las familias de los uniformados y el autodenominado Sindicato de Policías Bonaerenses (SIPOBA), con su propio listado de reivindicaciones, aunque las autoridades policiales la consideran casi nula.
Las manifestaciones tuvieron lugar en distintos puntos de la provincia y fueron más fuertes en La Matanza, San Martín, Almirante Brown, Florencio Varela y Berazategui, así como en La Plata, Olavarría, Junín, Bahía Blanca y Mar del Plata.
Virginia Sosa, sargento que participó de los reclamos dijo: «Estamos reclamando justos derechos de los trabajadores porque es una situación indigna con salarios bajos que no podemos llegar a fin de mes». Además aseguró que también faltan recursos y muchas veces tienen que poner plata de sus bolsillos para mantener a los móviles y brindar seguridad al ciudadano.
El jefe de Gabinete, Carlos Bianco, anunció este martes que se otorgará una «mejora salarial importante». Señaló que ese aumento «estaba previsto y planeado» con anterioridad debido al «atraso de un 30 por ciento que hubo entre 2016 y 2019» en los ingresos de los uniformados.
No obstante, durante la conferencia no dieron a conocer el monto del incremento.