El nuevo embajador argentino en Madrid, Wenceslao Bunge Saravia, deberá renunciar a su ciudadanía española. Su nombramiento se produce en un contexto de tensiones diplomáticas entre ambos países.
El presidente argentino Javier Milei designó al empresario Wenceslao Bunge Saravia como nuevo embajador de Argentina en España, un cargo que había permanecido vacante desde noviembre. Bunge Saravia, quien fue CEO de Credit Suisse España, deberá renunciar a su ciudadanía española para asumir sus funciones. La decisión se enmarca en un contexto de tensiones diplomáticas entre Argentina y el gobierno de Pedro Sánchez.
La elección de Bunge Saravia fue confirmada por el Senado argentino, donde obtuvo 53 votos a favor y solo dos en contra. Su nombramiento se produjo tras una serie de controversias en la Cancillería argentina, que incluyeron el despido del anterior embajador, Roberto Bosch, y el fallido intento de nombrar a Alejandro Alonso Sainz. Fuentes diplomáticas señalaron que Sainz no «pasó los filtros correspondientes».
El canciller Gerardo Werthein había destituido a Bosch, quien se había enfrentado a Milei por no establecer una relación fluida con Jesús Huerta de Soto, un economista admirado por el presidente argentino. La salida de Bosch ocurrió en un clima tenso, ya que Milei había calificado a Begoña Gómez, esposa de Sánchez, como “corrupta” durante una visita a Madrid, lo que llevó a España a retirar a su embajadora en Buenos Aires.
Bunge Saravia, hijo de un conocido lobbista argentino, había trabajado casi tres décadas en Credit Suisse, desde donde se retiró en medio de la crisis que llevó a la entidad a ser adquirida por UBS en 2023. Posteriormente, se unió a JLL en Madrid en el área de banca de inversión inmobiliaria.
Como nuevo embajador, Bunge Saravia enfrentará el reto de mejorar las relaciones entre Argentina y España, que han sido tensas pero no han alcanzado el nivel de escalada del año anterior. A pesar de las controversias, el presidente argentino decidió mantener a Bosch en su cargo hasta diciembre, cuando finalmente lo desvinculó.
Las relaciones entre ambos países comenzaron a calmarse hacia finales de 2024, cuando Milei moderó sus críticas hacia Sánchez y permitió un acercamiento diplomático. En diciembre, el presidente argentino recibió las cartas credenciales del nuevo embajador español en Buenos Aires, Joaquín María de Arístegui Laborde. Sin embargo, el conflicto no se resolvió por completo, ya que Sánchez comparó a Milei con el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, en un contexto de acusación de estafa.
El plácet para Bunge Saravia fue otorgado por Sánchez hace un mes. En su presentación ante el Senado, el nuevo embajador delineó tres objetivos: normalizar las relaciones bilaterales, atraer inversiones españolas a Argentina y aumentar las exportaciones argentinas hacia España.
El ex subsecretario de Industria y Comercio, Miguel Ponce, destacó la importancia de que la Embajada argentina en Madrid actúe en función de los intereses nacionales en un contexto global complejo. Ponce sugirió que las relaciones diplomáticas deben ser desideologizadas para no perjudicar los vínculos económicos, especialmente en un momento en que la Unión Europea busca acelerar acuerdos comerciales con otros países.
Bunge Saravia también hizo referencia a su preparación para el cargo, mencionando que había leído un libro de Daniel Scioli, exembajador argentino en Brasil, para entender mejor cómo manejar las relaciones entre gobiernos de diferentes ideologías. “Soy muy consciente del desafío de esta misión”, declaró, reconociendo la complejidad de su nuevo rol.