Los participantes tuvieron que cocinar atados pero no lograron ponerse de acuerdo para cumplir con sus respectivas preparaciones.
En el último episodio de Masterchef, los concursantes se enfrentaron a un desafío inusual: cocinar atados a su compañero de estación. La tarea parecía sencilla, pero pronto surgieron problemas de coordinación entre algunas duplas.
En particular, la pareja formada por María Sol y Juan Francisco se llevó la peor parte, con frecuentes exabruptos y tensiones que revelaron la falta de química entre ambos.
La dinámica del desafío requería que cada participante preparara su propio plato, pero atado a su compañero de estación. Esta limitación demostró ser un obstáculo para María Sol y Juan Francisco, cuyos movimientos no se coordinaban bien.
En un momento de frustración, Juan Francisco dejó escapar algunos comentarios desafortunados que reflejaban su impaciencia.
A pesar de los problemas, todos los concursantes lograron presentar sus platos al jurado, que tuvo que elegir a los tres mejores para pasar al miércoles de beneficios.
Agustín, Daniela y Candelaria lograron impresionar al jurado y obtuvieron este privilegio, mientras que María Sol, Aquiles y Juan Francisco quedaron en riesgo de eliminación y tendrán que enfrentarse este jueves de última chance.
A pesar de las tensiones en la cocina, algunos concursantes mantuvieron el humor hasta el final. María Sol y Juan Francisco, atados todavía por la soga, anunciaron que buscarían juntos la oportunidad de evitar la eliminación en la próxima ronda.
