El intendente de Rosario prestó testimonio ante el juez federal Ernesto Kreplak, que lleva adelante la causa desde La Plata. El municipio suministró información sobre el explotado laboratorio Apolo y las droguerías Alfarma y ABC 1 S.A.
El intendente de Rosario, Pablo Javkin, declaró este lunes ante el juez federal Ernesto Kreplak, a cargo de la investigación de la causa del fentanilo contaminado. El mandatario rosarino adjuntó a su declaración un escrito en el que revela información de tres empresas vinculadas a los García Furfaro, dueños de los laboratorios HLB Pharma y Ramallo, de donde salieron las ampollas infectadas. Previamente, en público, Javkin había denunciado vínculos de los propietarios de los laboratorios con el narcotráfico.
El intendente, en nombre de la Municipalidad de Rosario, expuso datos referentes a habilitaciones y constituciones societarias relacionadas a los García Furfaro. En primer lugar, mencionó detalles informativos del laboratorio Apolo, que explotó en 2016 en Alem al 3000 y dejó varios heridos. En ese punto, se hace referencia al Expediente 29693/2016, en el que surge documentación que prueba que el laboratorio había sido denunciado por múltiples motivos, entre los que se destacan clausuras y violaciones de las mismas. Los responsables fueron penados con tareas comunitarias en San Nicolás, Buenos Aires: les ordenaron limpiar, una vez por semana, las instalaciones del Museo Justicialista.
En segundo lugar, Javkin cargó contra la droguería Alfarma, suspendida por Anmat (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica) en el marco del brote de infectados con fentanilo contaminado. El dato es que la empresa fue propiedad del empresario médico Carlos Tita, dueño del Hospital Italiano de Rosario y del Sanatorio Diagnóstico de Santa Fe. En ambos se reportaron muertes sospechosas y por eso el grupo de Tita fue el primero en pedir ser querellante en la causa. Los trámites los llevó adelante el abogado Eduardo Bezombe, del estudio que es propiedad de Gabriel Somaglia, exfuncionario de Justicia en el gobierno de Omar Perotti.
Y por último, la documentación municipal menciona a la droguería ABC 1 S.A, que tiene domicilio en el mismo lugar que Nueva Era, allanada en el marco de la presente causa del fentanilo contaminado por las bacterias Klebsiella pneumoniae (Kpn) metalobetalactamasa (MBL) no betalactamasa de espectro extendido (BLEE) y Ralstonia spp. Allí figuran como integrantes de la sociedad propietaria los hermanos Diego y Ariel García Furfaro.
La Municipalidad de Rosario fue admitida como querellante tras considerarse víctima de adquirir el fentanilo producido por HLB Pharma y suministrarlo a pacientes del Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (HECA). Allí se reportaron muertes sospechosas que, según fuentes municipales, fueron notificadas a las respectivas familias de las víctimas.
También son querellantes familiares de otras víctimas, el Hospital Italiano de La Plata, el Gobierno Nacional y el grupo Tita. El Gobierno de Santa Fe (la provincia tiene al menos 30 de las cerca de 50 muertes sospechosas en estudio) está en trámite para solicitarlo y aún se aguarda la definición que tome el Grupo Oroño, que reportó muertes sospechosas y pacientes afectados en el Sanatorio Parque, el Sanatorio de Niños y el Instituto Cardiovascular Rosario (ICR).
El avance de la causa
La declaración de Javkin se dio, tal como adelantó este medio, en el trascurso de la habilitación de la feria judicial en la provincia de Buenos Aires, que este lunes ingresó en período de receso invernal. El Juzgado Federal N°3 de La Plata, a cargo de Kreplak, determinó seguir con sus actividades para no generar más demoras en la investigación, que comenzó en mayo de este año y aunque tiene varias medidas judiciales en curso, aún no cuenta con imputados.
El juez aguarda los resultados de las pericias sobre el batch récord (registro de lotes de fentanilo) y espera lo que surja de las indagaciones de las historias clínicas de las víctimas. El primer peritaje está a cargo del Instituto Malbrán, el segundo corre por cuenta del Cuerpo Médico Forense (CMF).
Mientras define las imputaciones y crece la posibilidad de que se concreten próximamente, Kreplak y sus equipos intentan penetrar la «cifra negra» de afectados por el fentanilo contaminado. El Boletín Epidemiológico de la Nación no agregó mayores novedades en su última publicación (señala 48 muertes sospechosas por fentanilo contaminado, aunque la Justicia enumera algunas más).
La dificultad está principalmente generada por falencias en la trazabilidad. Un punto que no resultó sencillo hasta ahora es el recupero de las ampollas contaminadas. Otros datos esquivos son los de los destinatarios de la droga, puesto que solo cerca de la mitad remitió la documentación requerida por el juez. Es decir que a esta altura de la investigación no es posible contabilizar, con certeza, la cantidad de muertes sospechosos y afectados por el fentanilo contaminado.