La pieza, icónica de por sí, fue parte de la vida del artista en sus inicios y fue rescatada tras 40 años de abandono. El responsable de esa tarea titánica habló y contó la historia.
En un emotivo gesto que resonó en las redes sociales, Fito Páez compartió con sus seguidores el reencuentro con el piano que marcó el inicio de su carrera musical y que fue testigo de momentos trascendentales en su vida. El emblemático instrumento, un August Foster que habitó su casa de Balcarce al 600 en el centro de Rosario durante más de 50 años, ha sido restaurado después de décadas de abandono.
La casa de Balcarce al 600, donde vivió Fito Páez durante su infancia y adolescencia, fue testigo no solo de los momentos más felices del artista sino también de uno de los episodios más traumáticos de su vida: el crimen de su abuela Belia y su tía Pepa, así como el de la empleada doméstica Fermina Godoy, quien estaba embarazada.
El proceso de restauración del piano estuvo a cargo de un equipo liderado por Leonel Pappalardo, quien brindó declaraciones en Viva la Radio por Cadena 3 Rosario: «Un piano histórico no solo para Fito sino para la música nacional. En el que compuso muchas de las grandes canciones que todos conocemos, que venía usando desde la infancia».
«Fue un proceso que se hizo con mucho amor por el instrumento y por la música. Somos artesanos del piano, por suerte es un trabajo que se sigue haciendo de forma manual y creemos que no se va a reemplazar por una máquina», agregó.
El piano, datado en 1886, es una joya histórica que representa una época antigua de la fabricación de pianos, anterior a la época dorada de 1920 y 1930. Pappalardo describió los desafíos técnicos que enfrentaron en la restauración y resaltó la dedicación y el amor con el que llevaron a cabo el trabajo.
“Somos un equipo de cuatro personas un técnico con muchísima experiencia. Uno no tiene mucha noción de cómo funciona un piano por dentro, de 8 a 9 mil piezas móviles. En cualquier piano de uso doméstico en desuso un par de años ya es un trabajo intenso. En este caso, estuvo más de 40 años de abandono. El piano es muy pasible de ser atacado por plagas, polilla, maderas que se empiezan a pudrir. Fue parte de la base que hubo que hacer en el piano. No sabíamos por dónde empieza. Piezas nuevas, mandar a fabricar, traer de fuera y una alta cuota de valor artesanal. Somos artesanos del piano”, precisó.
La sorpresa y la emoción de Fito Páez al descubrir el piano restaurado fueron palpables. «Estaba con mucho trabajo, un día vino y se encontró con el piano, a modo de sorpresa. Había un componente adicional por lo que representa y nos dio. Lo que compuso. Se terminó haciendo por amor», explicó el restaurador.
FUENTE: (Cadena3).
