El analista Leonardo Piazza brindó cifras en base a un informe que analiza el impacto del IVA, Ingresos Brutos y las tasas municipales en la economía diaria.
La competitividad de la economía argentina enfrenta severos problemas, especialmente en el ámbito de los impuestos. Expertos destacan que los impuestos más distorsivos son Ingresos Brutos y las tasas municipales, que se superponen al IVA, generando un sistema complejo y oneroso para los contribuyentes.
“Argentina tiene varios impuestos a las ventas que están superpuestos, o sea, que existen el IVA, Ingresos Brutos y las tasas municipales”, señaló el analista económico Leonardo Piazza en Primera Plana Rosario. El IVA se considera el impuesto a las ventas más saludable, ya que se aplica solo sobre el valor final sin alícuotas diferenciales en la cadena de producción. En contraste, el Ingreso Bruto presenta cientos de alícuotas diferentes y se paga a veces por régimen de pago adelantado, lo que añade una carga burocrática considerable.
Los números son elocuentes: el IVA nacional recauda el 7,5% del PBI, mientras que Ingresos Brutos aporta el 4% y los impuestos municipales solo el 0,5%. Esto implica que un 12% del PBI se destina a impuestos a la venta, lo que impacta negativamente en la competitividad y en el bolsillo de los ciudadanos. “Esto no solo atenta contra la competitividad, sino que también hace que muchas actividades no sean rentables”, advirtió el analista.
La economía informal emerge como una respuesta a este sistema impositivo distorsivo. “La economía informal es uno de los grandes problemas que tiene Argentina”, afirmó el experto, quien también destaca que este fenómeno limita las posibilidades de crecimiento y exportación de las empresas formales.
Una posible solución propuesta es la creación de un “súper IVA” que absorba Ingresos Brutos y tasas municipales. “Eliminar ingresos brutos y tasas municipales y absorberlo con este súper IVA permitiría bajar costos administrativos y aumentar la competitividad de la producción nacional”, sostuvo Piazza. Sin embargo, enfatiza la necesidad de una coordinación fiscal entre los distintos niveles de gobierno para implementar esta reforma de manera efectiva.
La propuesta busca simplificar el sistema impositivo, lo que podría beneficiar tanto a los contribuyentes como a las pymes, fundamentales para la generación de empleo en el país. “La unificación y la creación de un impuesto más fácil de liquidar permitiría a las provincias y municipios hacerse cargo de la baja de impuestos, lo que no afectaría la actividad económica doméstica”, concluyó.