Las víctimas aseguran que los delincuentes “sabían lo que hacían”. El monto estimado de lo sustraído es «millonario”.

Los delincuentes se llevaron elementos específicos para el oficio de los odontólogos, particularmente sillones e instrumental.
“Eran elementos de trabajo que necesitamos para desempeñarnos día a día. Nos dejaron sólo las paredes”, dijo Micaela Brandán, odontóloga damnificada.
“Esto ha sido pura maldad. Había microondas, pava eléctrica y otras cosas que no se las llevaron. Sabían lo que hacían”, añadió.