La Policía desarticuló a cuatro, dos de ellas en campos próximos a la ciudad. Asistentes terminaron protestando con una caravana en pleno centro.
El director de Inspectoría Municipal, Walter Racca, dijo que los manifestantes «intentaron quemar una goma con combustible y cometieron destrozos».
Agredieron a policías, agentes de Seguridad Ciudadana, y estuvieron con bocinazos hasta la madrugada.
Los propietarios de los campos denuncian que estas fiestas se hacen sin su consentimiento ni conocimiento. Reclaman que cortan los alambrados que cercan su propiedad para entrar y critican el descontrol.
Días atrás, una policía fue golpeada por participantes de una fiesta clandestina y debió ser operada de una rodilla.