Miles de manifestantes en autos y con barbijos salieron a las calles de las principales ciudades de Argentina. La consigna fue contra «la cuarentena eterna, la reforma judicial y la inseguridad».

El abanico de reclamos que llevó a miles de argentinos a romper el aislamiento obligatorio se concentró en el rechazo a la corrupción de dirigentes y ex funcionarios kirchneristas, repudio a la «impunidad», y en contra la inseguridad.
En la ciudad de Buenos Aires, el epicentro fue el tradicional Obelisco, con una larga caravana de vehículos cubriendo por completo la avenida 9 de Julio y haciendo sonar las bocinas, en general enarbolando banderas argentinas.
Marchas de protesta se registraron también desde primera hora de la tarde en diferentes barrios porteños, con nutridas concentraciones de vecinos en puntos como la esquina de avenida Cabildo y Juramento o en Rivadavia y Acoyte, y frente a la quinta presidencial de Olivos.
En ciudades como Rosario, Santa Fe, Tucumán, Córdoba, Mendoza, Salta y Mar del Plata, entre otras, también hubo marchas de protesta contra el Gobierno.
José Corral, dirigente de la UCR en Juntos por el Cambio, describió la movilización en Santa Fe como “una expresión de la ciudadanía auténtica para decirle no al avasallamiento de la Justicia”.
En la zona del Obelisco volvieron a producirse episodios de violencia contra periodistas del móvil de C5N, que fueron agredidos con insultados y empujados, al punto que tuvo que intervenir la Policía de la Ciudad con un doble cordón de infantería para separar a los agresores, lo que llevó a que tuvieran que interrumpir su trabajo en el lugar.
«Cómplices de la corrupción», «traidores a la patria», fueron algunas de las consignas que lanzaron los manifestantes, y una joven fue interceptada por la Policía por arrojar un «huevazo» contra móviles periodísticos.