En una entrevista realizada con el diario Clarin, el juvenil defensor de Belgrano reveló detalles desconocidos de su dura vida y todo lo que tuvo que pelear para llegar hasta donde está hoy.
Tomás Guidara fue abandonado por sus padres cuando era niño y fue criado por sus abuelos. Según relata la entrevista de Clarín, en muchas oportunidades debió dormir en una plaza o abajo de un puente. Su vida era muy difícil, hasta que Belgrano lo llevó a la pensión y desde allí no paró hasta llegar al plantel profesional.
«Cuando cobro, la plata se la llevó a mi abuela. No quiero que nadie pase lo que yo pasé. Cuando tenía 14 años tomé la determinación de revertir los malos momentos que vivía. Entendí que Dios estaba de mi lado y tenía que sonreír. Por eso terminé el secundario y empecé a estudiar el profesorado de educación física», contó Guidara.
«Cuando Sebastián Méndez (DT de Belgrano), me convocó al banco de suplentes la alegría fue inmensa. ¡Y ni te digo cuando debuté como titular!», afirmó el defensor.
Sin dudas, un ejemplo de lucha y superación.
«Con esfuerzo y la ayuda de Dios se puede llegar al éxito», cerró el pibe del Pirata.
